Una de las cosas que más me apasiona de países como Corea, China o Japón, es la cantidad de cosas raras que nos podemos encontrar. Ponerte frente a una cultura tan distinta con la de cualquiera de estos países puede llevar a sorpresas varias y diversas.
En fin... Cualquier persona de occidente sabe que los orientales tienen fama de ser unos reprimidos sexualidad que viven esa sexualidad en su intimidad de forma rara. No voy a ponerme a hablar sobre esto aquí, pero es la razón de la entrada de hoy. Y es que, queridos lectores, como no teníamos suficiente con Jeju Loveland acabo de dar con algo llamado El parque del pene.
Porque si, de penes va la cosa....
Nos encontramos en Sinnam, una de las costas más bonitas del Mar del Este Coreano (al ladito de un sitio llamado Donghae, por cierto)y, aunque no lo parezca el parque rinde homenaje a una mujer, y además virgen.
La leyenda cuenta que su joven pareja la dejó amarrada en una roca mientras el se dedicaba a pescar. Sin embargo llegó una tormenta muy fuerte al pueblo y la cuerda de soltó, con lo que la mujer terminó ahogándose en el mar. Claro que ya sabemos el mal rollo que se traen los coreanos con las mozas vírgenes ( y si no solo tenéis que ver Arang y el magistrado), con lo que resulta que desde entonces los pescadores no cogieron nada en sus redes, no se sabe si por una maldición o por el fantasma de la misma doncella (en este punto las historias difieren).
¿Y cual fue la solución? Pues los hombres comenzaron a levantar las diferentes estatuas de los penes, que según ellos era el modo de controlar el espíritu de la mujer.
Total, que con el paso de muchos años y la colocación de muchos miembros viriles en el paisaje Haeshindang se ha convertido en uno de los parques más conocidos y visitados de Corea.
Os dejo algunas imágenes y finalmente un vídeo para que podáis apreciarlo todo mejor.
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